En el nombre del Padre, del Hijo
y del Espíritu Santo.- Amén
Ven, Espíritu Santo, llena los
corazones de tus siervos y enciéndelos con el fuego de Tu amor.
Oración
¡Oh Dios Omnipotente y
Misericordioso! Ya que nos distes a venerar la imagen de Tu inmaculada Madre,
bajo el titulo de NUESTRA SEÑORA DE SUYAPA, concédenos propicio que en todas
las vicisitudes de nuestra peregrinación en esta vida seamos de tal manera asistidos
por la continua protección de la misma inmaculada, siempre Virgen María,
que merezcamos conseguir el premio de tu eterna redención. Tú que vives y
reinas por todos los siglos de los siglos.- Amen.
INVOCACIÓN
Saludemos a María, Hija, Madre y
Esposa del Señor. Alabémosla y ensalcémosla en los siglos de los siglos.
Te saludamos, Virgen pura
Virgen Madre, te saludamos,
Te saludamos, Virgen bella,
Reina Virgen, te saludamos.
Te saludamos, Virgen pura,
Virgen Madre, te alabamos,
Te alabamos, Virgen bella,
Reina Virgen, te alabamos.
¡Oh Virgen cruentísima, llena de
gracia! Saludamos tu purísima concepción de la mácula original.
Saludamos tu nacimiento con el cual todo el mundo se llenó de gozo y se
regocijaron también los espíritus celestiales. Saludamos tu
virginal corazón, el cual fue puro y limpio de todo pecado. Saludamos el
venerable templo de tu sagrado albergue, en el cual habito nuestro Redentor.
Saludamos tu santísima alma, adornada de todos los dones y gracias
que Dios te comunico. Saludamos tu santísima vida, en la cual nos
diste constante ejemplo de humildad y de todas las virtudes. Saludamos tu
glorioso transito a los cielos, porque fuiste elevada sobre todas las criaturas
y hecha reina y señora de la creación.
Te saludamos, alabamos y
bendecimos, Virgen Clementisima, Reina y Madre de misericordia e imploramos tu
auxilio y protección.- Amén.
DÍA PRIMERO
Te saludamos, Virgen purísima y Madre dignísima de Dios. Te
saludamos con todos los serafines. Porque tienes más amor a Dios que todos
ellos. Te saludamos, Virgen Santísima, espejo purísimo de humildad, que
por tus divinas y consumadas virtudes cautivaste el Hijo de Dios y fuiste digna
de llevarlo en tu seno. Tú, María, eres la tórtola castísima, cuya voz resonó
dulcemente en el trono del Altísimo. Tú eres la paloma hermosísima, cuyo
genio agrado sumamente al Espíritu Santo. Te alabamos, madre y señora
nuestra y te suplicamos nos alcances que nuestros corazones se
abracen en el ardientísimo fuego del amor divino.- Amén.
Se reza tres veces el Ave María,
con Gloria y bendita sea tu pureza. Después la jaculatoria, las
oraciones que están al final y el Alabado.
DÍA SEGUNDO
Te saludamos, Virgen purísima y
Madre dignísima de Dios. Te saludamos con todos los querubines; porque tienes
más conocimiento de la Trinidad Beatísima que todos ellos. Te saludamos Virgen
gloriosísima, la más esclarecida sobre todas las mujeres, que concebiste al
Hijo de Dios, por obra del Espíritu Santo, quedando siempre Virgen,
Tú, María, eres la puerta del oriente que vio Ezequiel siempre cerrada, ajena
de toda corrupción por lo cual vino al mundo para nuestra redención el Hijo de
Dios hecho hombre. Te alabamos, Madre y Señora Nuestra y te suplicamos nos
alcances el verdadero conocimiento de Dios, de tus excelsas virtudes y de las
miserias humanas.- Amén.
Se reza tres veces el Ave María,
con Gloria y bendita sea tu pureza. Después la jaculatoria, las
oraciones que están al final y el Alabado.
DÍA TERCERO
Te saludamos, Virgen purísima y
madre dignísima de Dios, te saludamos con todos los troncos, por la morada
sosegadísima que el Hijo de Dios tuvo en su cena. Te saludamos Virgen
excelentísima, tesoro de la vida inmortal, cielo abreviado en que resplandeció el
sol de la gloria. Tú María, eres el templo bendito, adornado de la divina
gracia y habitación amplísima del que no puede contener los cielos. Tú María,
eres el tabernáculo de la divinidad y el paraíso de los ángeles. Te
alabamos, Madre y Señora nuestra, pasiones y vencimientos de todas ellas.-
Amén.
Se reza tres veces el Ave María,
con Gloria y bendita sea tu pureza. Después la jaculatoria, las
oraciones que están al final y el Alabado.
DÍA CUARTO
Te saludamos, Virgen purísima y
madre dignísima de Dios, te saludamos con todas las dominaciones porque tú
eres aquella por cuyo medio le vino al mundo su redención que es Jesús tu
precioso hijo. Tú María, eres la Virgen llena de gracias y la hermosa del
cielo. Tú eres la estrella que nació de Jacob, cuyo resplandor da claridad al
cielo y a la tierra, Tú eres la luz agradable de los santos, luz clarísima que
alumbra toda la santa iglesia y de la cual nació el sol de justicia Jesús
Salvador de los hombres. Te alabamos, Madre y Señora nuestra y te suplicamos nos
alcances que seamos de los que con afecto gocemos de los méritos de la
redención.- Amen.
Se reza tres veces el Ave María,
con Gloria y bendita sea tu pureza. Después la jaculatoria, las
oraciones que están al final y el Alabado.
DÍA QUINTO
Te saludamos, Virgen purísima y
madre dignísima de Dios, te saludamos con todos los principados, porque tú
eres, en todas las perfecciones más semejantes a Dios que todas las
criaturas. Tú María eres la fuente celestial de donde procede un río caudaloso
de infinitas gracias y virtudes. Tú eres el rocío del cielo, que
apagas el fuego del averno y recreas las almas de sus siervos, y un pozo de
aguas vivas, vaso purísimo, vacío de toda amargura y lleno de toda dulzura y
consolación. Te alabamos Madre y Señora nuestra y te suplicamos nos alcances
que en nuestras almas no se borre la imagen de Dios.- Amen.
Se reza tres veces el Ave María,
con Gloria y bendita sea tu pureza. Después la jaculatoria, las
oraciones que están al final y el Alabado.
DÍA SEXTO
Te saludamos, Virgen purísima y
madre dignísima de Dios, te saludamos con todas las potestades. Porque tú
eres la que tienes más poder que todas las criaturas y a cuyo venerabilísimo
nombre tiemblan los poderes infernales. Tú María eres norte del cielo estrellado,
vergel de virtudes naturales y divinas y una como restauración de la nobleza
del cielo, pues nació de ti el resplandor de sus sillas. Te alabamos, Madre
y Señora nuestra y te suplicamos nos defiendas de todos nuestros
enemigos.- Amén.
Se reza tres veces el Ave María,
con Gloria y bendita sea tu pureza. Después la jaculatoria, las
oraciones que están al final y el Alabado.
DÍA SÉPTIMO
Te saludamos, Virgen purísima y
madre dignísima de Dios, te saludamos con todas las virtudes, porque tú
eres la abogada del mundo, el vaso escogido para recibir la gracia divina y más
llena de gracia que todas las más puras criaturas y capaz de recibir en tu seno
al Hijo de Dios, tú, María, eres la vara milagrosa de Aarón, que floreció y dio
fruto estando seca; y así de ti nació, por milagro del cielo, el Hijo de Dios,
fruto de vida. Tú eres la puerta hecha de olivo con que abre la misericordia de
Dios. Tú eres el cuello del cuerpo místico de la Iglesia, por
donde nos viene el bien de su cabeza que es Cristo, Señor
nuestro. Te alabamos, Madre y Señora nuestra y te suplicamos nos
alcances que no haya en nuestras almas cosas que impidan la gracia divina.-
Amén.
Se reza tres veces el Ave María,
con Gloria y bendita sea tu pureza. Después la jaculatoria, las
oraciones que están al final y el Alabado.
DÍA OCTAVO
Te saludamos, Virgen purísima y
madre dignísima de Dios, te saludamos con todos los arcángeles, porque tú
eres la que siendo hija, Madre y esposa de Dios, eres templo de la Santísima
Trinidad, con la cual tuviste más familiaridad que ninguna otra criatura. Tú
María, eres la Virgen dulcísima dotada de mil bellezas y sobre todas las
mujeres bendita y coronada de todas ellas. Tú eres la reina del cielo que
resplandece como la mañana.
Que se levanta hermosa como la
luna, escogida como el sol y terrible al enemigo como
los ejércitos bien ordenados. Te alabamos, Madre y Señora nuestra y
te suplicamos nos concedas que merezcamos y nunca nos apartemos de la
misericordia de Dios.- Amén.
Se reza tres veces el Ave María,
con Gloria y bendita sea tu pureza. Después la jaculatoria, las
oraciones que están al final y el Alabado.
DÍA NOVENO
Te saludamos, Virgen purísima y
madre dignísima de Dios, te saludamos con todos los patriarcas y
profetas, porque fuiste profetizada y figurada por ellos y se han cumplido
todas las profecías que de ti hablan. Tú, María, eres palma hermosísima de
justicia, lirio del árbol de la vida, que es
tu Santísimo Hijo, Jesucristo Salvador de los hombres que se da sacramentado
para unirse con las almas justas. Te alabamos Madre y Señora nuestra y te
suplicamos que en nosotros se vean cumplidos todos los deseos que tienes de nuestra
salvación.- Amén.
Se reza tres veces el Ave María,
con Gloria y bendita sea tu pureza. Después la jaculatoria, las
oraciones que están al final y el Alabado.
JACULATORIA
Sea bendita la santa e inmaculada
y purísima concepción de la bienaventurada siempre Virgen María, dignísima
Madre de Dios, Madre y Señora nuestra.
ORACIÓN
¡Oh, María,mujer bendita entre
todas las mujeres!. Tú eres honra del género humano, la salud de nuestro
pueblo. Tú tienes un mérito que no tiene límites y una eterna potestad sobre
todas las criaturas. Eres la Madre de Dios, la señora del mundo, la reina del
cielo. Eres la dispensadora de todas las gracias, el lustre de la Santa
Iglesia. Eres el ejemplo de los justos, el consuelo de los santos, la raíz de
nuestra salvación. Eres la alegría del paraíso, la puerta del cielo, la gloria
de Dios. Venos allí, afanados en publicar tus alabanzas. Te suplicamos, pues oh
Madre de bondad, que suplas nuestras flaquezas, que excuses nuestra osadía, que
aceptes nuestra esclavitud y que bendigas nuestras fatigas, imprimiendo en el
corazón de todos nosotros tu amor, para que después de haber honrado y amado en
la tierra a Tu Hijo, podamos alabarle y bendecirle eternamente en el cielo.-
Amén.
(Aquí se hace la repetición)
ORACIÓN
¡Oh María, Madre y Señora
nuestra! Tú eres el campo lleno, colmada de virtudes y de gracia. Tú te
elevaste como aurora brillante y rubicunda; porque vencido el pecado original,
naciste resplandeciente con el conocimiento de la verdad y rubicunda con el
amor de la virtud; ninguna lesión pudo causarle el enemigo, mil y mil escudos
te defiende y las armas todas de los fuertes en ti resplandece toda la virtud y
posees tú sola lo que admiramos en cada uno de los santos ¡Oh Señora, mediadora
y abogada nuestra, recomiéndanos a tu hijo; has, oh bendita, por la gracia que
mereciste que el mismo que por ti medió se dignó hacerse participante de
nuestra flaqueza y miseria nos haga también partícipes por tu intercesión de su
bienaventuranza y gloria.- Amén.
Por las necesidades de la Santa
Iglesia y de Estado, por todas las personas devotas de la Santísima Virgen y
particularmente por los peregrinos que visitan su Santuario.
Dios te salve Reina y Madre.
V.- Ruega por nosotros, Santa
Madre de Dios.
R.- Para que seamos dignos de
alcanzar las promesas de Jesucristo.- Amén.
ORACIÓN
¡Oh Madre y Señora nuestra de
Suyapa! Aquí tienes a tus pies unos miserables pecadores que a ti acuden y en
ti confían. ¡Oh, Madre de misericordia! Tú eres nuestro refugio, nuestra
esperanza y nuestro auxilio, socórrenos por amor de Jesucristo y sálvanos con
tu poderosísima intercesión.- Amén.
ALABADO
Coro
Los ángeles en el cielo
Te alaben con alegría;
Y nosotros en la tierra
digamos: Ave María
Dios te salve luna hermosa
Dios te salve luz del día
Dios te salve clara estrella
Dios te salve María.
Tu dignación dulce Madre
nos conceda la eficacia
de ir a cantar en el cielo
el que eres llena de gracia.
Bajo de tu belleza planta
rabia el común enemigo,
sin que se atreva a mirarte
porque el Señor es contigo.
Ser Madre del mismo Dios
es tu sagrado atributo
por eso bendita tú eres
y también bendito el
fruto.
Bendita sea tu pureza
preclara más que la luz,
y bendito fruto hermoso
que es de tu vientre Jesús.
Tu concepción es adorable
no admite mácula impía, y
antes que el mundo existiera
ya tú eras Santa María.
Todo el mundo en general
te proclama en alta voz,
Santísima Esposa e Hija
Virgen y Madre de Dios.
Líbranos Sagrada Reina
de peste, guerra y temblores
y en la hora de la muerte
ruega por los pecadores.
Sed Purísima María
nuestro amparo, norte y luz
has que en la gloria eterna
cantemos todos.
Amén Jesús
ALABADO
coro
Salve, Salve, cantaban María
que más pura que tú, solo Dios!
y en el cielo una voz repetía:
mas que tú... Solo Dios, solo
Dios!
Con torrentes de luz que te
inundan
los arcángeles besan tu pié;
las estrellas tu frente
circundan,
y hasta Dios complacido te ve:
pues llamándote pura y sin
mancha,
de rodillas los mundos
están;
y tu espíritu arroba y ensancha
tanta fe, tanto amor, tanto afán.
Ah! ¡Bendito el Señor que en la
tierra,
pura y limpia te pudo formar,
como forma el diamante la sierra
como cuaja las perlas el mar!
Y al mirarte entre el ser y la
nada
modelando tu cuerpo exclamó:
desde el vientre será inmaculada
si del suyo nacer debo yo.
Porque tú Madre Virgen y pura,
del que dijo: "Haya
luz" y hubo luz
y a tus pechos debió su ternura,
y a tus brazos cayó de la cruz.
Flores, flores... que el templo
ya viene!
y en tu trono de luz a sus pies
querubines
y arcángeles tiene
más que espigas y granos la mies.
Flores, flores las nubes derraman
de la Virgen sin mancha en honor
y su reina los cielos la llamen
y os hombres su Madre y su amor.
Ella pide virtudes por palmas,
corazones por templo y altar,
para luz de sus ojos las llamas
que pretenden su amor cautivar.
Y en las iras de Dios las esconde
y le grita al sonar la explosión:
"son mis hijos
¡Piedad!" y El responde
"son Sus hijos!... piedad
y perdón".