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viernes, 21 de septiembre de 2018

Novena a San Miguel Arcángel



Novena a San Miguel Arcángel


Oración Preparatoria para Todos Los Días

Clementísimo Príncipe de Los Ángeles, glorioso San Miguel Arcángel, que gozáis la excelencia de ser el plenipotenciario del Altísimo, y el primer Ministro de vuestro señor Jesucristo; asistid favorable a nuestros ruegos, pues solo con lo eficaz de vuestra protección se enfervorizará los desmayado de nuestra tibieza; humildemente os suplicamos, intercedáis con La Reina de Los Ángeles María santísima que nos atienda a lo que le pide nuestro afecto en esta novena, si no a lo que más nos convenga para nuestra salvación, Amén.


Día Primero

Dios y Señor de Los Ángeles a quienes encomendáis  el cuidado de los hombres, ofrezco los merecimientos de estos soberanos espíritus y los del Príncipe de Los Ángeles San Miguel, que por sí, y por medio de sus ministros guarda la naturaleza humana, para que guardéis de todo pecado, con una pureza angélica; y me concedáis lo que pido en esta novena a mayor honra y gloria vuestra, Amén. Rezar nueve Padre Nuestro, Ave María y Gloria Patris a La Santísima Trinidad; luego pide a San Miguel Arcángel lo que por su intercesión deseas conseguir de La Novena.


Día Segundo

Dios y Señor de Los Arcángeles a quienes encomendáis los negocios gravísimos de vuestra gloria, ofrezco los merecimientos de estos nobilísimos espíritus y los de San Miguel Arcángel que defendió vuestra exaltación y honra contra Lucifer y sus Ángeles, para que yo busque en todas las cosas vuestra mayor gloria y me deis o que pido en esta Novena. Amén. Rezar nueve Padre Nuestro, Ave María y Gloria Patris a La Santísima Trinidad; luego pide a San Miguel Arcángel lo que por su intercesión deseas conseguir de La Novena.


Día Tercero

Dios y Señor de Los Principados a quienes encomendáis la guarda de los reinos; ofrezco los merecimientos de estos excelentísimos espíritus y los del Príncipe de la Milicia celestial San Miguel,  guarda mayor de todos los reinos cristianos, para que guardéis la república de mis sentidos y potencias de todo desorden y desobediencia a vuestras leyes divinas, y me concedáis lo que pido en esta Novena a mayor honra y gloria vuestra. Amén, Rezar nueve Padre Nuestro, Ave María y Gloria Patris a La Santísima Trinidad; luego pide a San Miguel Arcángel lo que por su intercesión deseas conseguir de La Novena.


Día Cuarto

Dios y Señor de Las Potestades a quienes concedisteis especial poder para refrenar los demonios, ofrezco los merecimientos de estos poderosísimos espíritus y los de vuestro siervo San Miguel Arcángel, que alcanzó de los demonios la mayor victoria y con la misma felicidad pelea continuamente contra ellos a favor de los hombres, para que me defendáis de todas las tentaciones del mundo, del demonio y de la carne, y me deis lo que pido en esta novena, a mayor honra y gloria vuestra, Amén, Rezar nueve Padre Nuestro, Ave María y Gloria Patris a La Santísima Trinidad; luego pide a San Miguel Arcángel lo que por su intercesión deseas conseguir de La Novena.


Día Quinto

Dios y Señor de Las Virtudes, por las cuales ejecutáis milagros propios de vuestro soberano poder haciendo que la naturaleza sirva a vuestra gloria, ofrezco los merecimientos de estos prodigiosos espíritus y los de San Miguel Arcángel principal instrumento de todas las maravillas, que se hacen en el mundo, para que me concedáis que vencidas las malas inclinaciones de mi corrompida naturaleza, conserve y aumente vuestra gracia y consiga lo que pido en esta Novena a mayor honra y gloria vuestra; Amén, Rezar nueve Padre Nuestro, Ave María y Gloria Patris a La Santísima Trinidad; luego pide a San Miguel Arcángel lo que por su intercesión deseas conseguir de La Novena.


Día Sexto  

Dios y Señor de Las Dominaciones, que presiden a Los Coros inferiores y son Ministros de vuestra providencia ofrezco los merecimientos de estos eminentísimos espíritus y los de vuestro Primer Ministro San Miguel Arcángel, prepósito del Paraíso para que me concedáis perfecto señorío sobre mis pasiones, perfecta obediencia a todos mis superiores y la gracia que pido en esta Novena a mayor honra y gloria vuestra, Amén, Rezar nueve Padre Nuestro, Ave María y Gloria Patris a La Santísima Trinidad; luego pide a San Miguel Arcángel lo que por su intercesión deseas conseguir de La Novena.


Día Séptimo

Dios y Señor de Los Tronos, en quienes descansáis como en Trono de vuestra gloria y os sentáis en Tribunal de Justicia, ofrezco los merecimientos de estos altísimos espíritus y los de San Miguel Arcángel, Trono de vuestra grandeza y Ministro Supremo de vuestra Justicia, para que me concedáis que juzgándome a mí mismo con rigor sea después juzgado con piedad y consiga lo que pido en esta Novena a mayor honra y gloria vuestra, Amén, Rezar nueve Padre Nuestro, Ave María y Gloria Patris a La Santísima Trinidad; luego pide a San Miguel Arcángel lo que por su intercesión deseas conseguir de La Novena.


Día Octavo

Dios y Señor de Los Querubines, que están adornados de perfectísima sabiduría, ofrezco los merecimientos de estos sapientísimos espíritus y los de vuestro Primer Ministro San Miguel Arcángel Príncipe de Los Sabios del Cielo por quien enseñáis a vuestra iglesia las verdades que necesita saber, para que me enseñéis a temeros y amaros, que es la mayor sabiduría y me concedáis lo que pido en esta Novena a mayor honra y gloria vuestra, Amén, Rezar nueve Padre Nuestro, Ave María y Gloria Patris a La Santísima Trinidad; luego pide a San Miguel Arcángel lo que por su intercesión deseas conseguir de La Novena.


Día Noveno

Dios y Señor de Los Serafines, que se abrazan en vuestro amor, ofrezco los merecimientos de estos ardientísimos espíritus y los de vuestro amado y amante San Miguel Arcángel, para que yo os ame a vos, único Dios y Señor mío, sobre todas las cosas, con toda el alma, con todo el corazón y con todas las fuerzas; para que me concedáis lo que pido en esta Novena, a mayor honra y gloria vuestra, Amén, Rezar nueve Padre Nuestro, Ave María y Gloria Patris a La Santísima Trinidad; luego pide a San Miguel Arcángel lo que por su intercesión deseas conseguir de La Novena.


Oración Final Para todos Los Días

Miguel, Príncipe grande, encargado de Dios para velar y proteger todos y cada uno de los hijos de su escogido pueblo, ayudadnos en el peso de nuestros trabajos, sed nuestro fiel amigo, nuestra protección fuerte, librad a todos los que os invocamos de toda adversidad y hacednos aprovechar en el servicio de Dios. Defendednos en esta vida de todos los enemigos y haced que en la hora de la muerte seamos presentados libres y salvos, ante la divina majestad para glorificar y gozar a nuestro Dios eternamente en la celestial Jerusalén, Amén.


Letanías a San Miguel Arcángel

Cristo Óyenos, Cristo Óyenos,
Cristo Escúchanos, Cristo Escúchanos,
Señor, Ten Piedad de Nosotros, Señor Ten Piedad de Nosotros,
Cristo Ten Piedad de Nosotros, Cristo Ten Piedad de Nosotros,
Señor, Ten Piedad de Nosotros, Señor Ten Piedad de Nosotros;

San Miguel Arcángel:

Tú, cuyo nombre es un relámpago, Ruega por Nosotros
Tú, cuyo nombre es un himno a Dios, Ruega por Nosotros
Serafín del incensario de oro, Ruega por Nosotros,
Elevada llama de amor divino, Ruega por Nosotros,
Perfecto Adorador de Dios, Ruega por Nosotros,
Modelo de Sumisión Amorosa, Ruega pro Nosotros,
Modelo de Pronta Obediencia, Ruega por Nosotros,
Leal Servidor de Dios, Ruega por Nosotros,
Primer Heraldo de La Verdad, Ruega por Nosotros,
Primer Defensor de La Fe, Ruega Por Nosotros,
Primer Testigo de Dios, Ruega Por Nosotros,
Instigador de La Lucha Contra Satanás, Ruega Por Nosotros,
Ángel Apóstol de Los Ángeles, Ruega Por Nosotros,
Celador del Reino de Dios, Ruega Por Nosotros,
Primer Defensor de La Justicia, Ruega Por Nosotros,
Primer Vengador del Buen Derecho, Ruega Por Nosotros,
Abogado Nuestro, Ruega Por Nosotros,
Portador de Las Llaves del Abismo, Ruega Por Nosotros,
Tú que encadenas a Satanás, ruega Por Nosotros,
Justiciero de Dios, Ruega Por Nosotros,
Portaestandarte de La Trinidad, Ruega Por Nosotros
Guerrero de Armas de Luz, Ruega Por Nosotros,
Espada de Dios, Ruega Por Nosotros,
Terror de Los Traidores, Ruega Por Nosotros,
Terror de Los Orgullosos, Ruega Por Nosotros,
Centella de Dios, Ruega Por Nosotros,
Tú que Llevas las Siete Estrellas, Ruega Por Nosotros,
Vencedor de La Primera Guerra, Ruega Por Nosotros
Virrey de los Ejércitos de Dios, Ruega Por Nosotros
Inspirador de Valentía, Ruega Por Nosotros,
Tú Que Guerreas Por el Mundo, Ruega Por Nosotros,
Defensor de Los Hijos de Dios, Ruega Por Nosotros,
Ángel que Vale por Mil Ejércitos, Ruega Por Nosotros,
Esperanza de Los Combatientes, Ruega Por Nosotros,
Intrépido Soldado de Dios, Ruega Por Nosotros,
Refuerzo Dado a Las Justas Causas, Ruega Por Nosotros,
Libertador de Los Oprimidos, Ruega Por Nosotros,
Caballero de Dios, Ruega Por Nosotros,
Ángel de Los Pastores de La Navidad, Ruega Por Nosotros,
Ángel de Cristo en Agonía, Ruega Por Nosotros
Ángel de La Aurora Pascual, Ruega Por Nosotros,
Consejero de Constantino, Ruega Por Nosotros
Guerrero del Castillo del Santo Ángel, Ruega Por Nosotros,
Protector de La Unidad Católica del Mundo, Ruega Por Nosotros,
Cantor de Los Gozos Marianos, Ruega Por Nosotros,
Espejo del Altísimo, Ruega Por Nosotros,
Ángel Vicario del Verbo, Ruega Por Nosotros,
Protector de La Iglesia Militante, Ruega Por Nosotros,
Consolador de La Iglesia Purgante, Ruega Por Nosotros,
Honor de La Iglesia Triunfante, Ruega Por Nosotros,
Tú que recibes la confesión de nuestros pecados, Ruega Por Nosotros,
Tú a quien la iglesia implora en nuestra última hora, Ruega Por Nosotros,
Tú cuya potente Voz Despertará a Los Muertos, Ruega Por Nosotros,
Introductor de Las Almas al cielo, Ruega Por Nosotros,
Asistente de Cristo en el Gran Día, Ruega Por Nosotros,
Heraldo de Las Sentencias Eternas, Ruega Por Nosotros,
Precantor de Las Alabanzas Divinas, Ruega Por Nosotros,
El Más Elevado de Los Serafines, Ruega Por Nosotros,
Príncipe de Los Nueve Coros de Los Ángeles, Ruega Por Nosotros.


Oración a San Miguel Arcángel

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla se nuestro amparo contra la perversidad y acechanzas del demonio que Dios manifieste sobre el su poder, esa es nuestra humilde súplica y tu Príncipe de La Milicia Celestial con la fuerza que Dios te ha conferido arroja al infierno a Satanás y a todos los espíritus malignos que andan rondando por el mundo buscando la perdición de las almas, Amén.



martes, 13 de enero de 2015

Novena a Nuestra Señora de Suyapa







En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.- Amén

Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus siervos y enciéndelos con el fuego de Tu amor.

Oración
¡Oh Dios Omnipotente y Misericordioso! Ya que nos distes a venerar la imagen de Tu inmaculada Madre, bajo el titulo de NUESTRA SEÑORA DE SUYAPA, concédenos propicio que en todas las vicisitudes de nuestra peregrinación en esta vida seamos de tal manera asistidos por la continua protección de la misma inmaculada, siempre Virgen María, que merezcamos conseguir el premio de tu eterna redención. Tú que vives y reinas por todos los siglos de los siglos.- Amen.

INVOCACIÓN
Saludemos a María, Hija, Madre y Esposa del Señor. Alabémosla y  ensalcémosla en los siglos de los siglos.

Te saludamos, Virgen pura
Virgen Madre, te saludamos,
Te saludamos, Virgen bella,
Reina Virgen, te saludamos.

Te saludamos, Virgen pura,
Virgen Madre, te alabamos,
Te alabamos, Virgen bella,
Reina Virgen, te alabamos.

¡Oh Virgen cruentísima, llena de gracia! Saludamos tu purísima concepción de la mácula original. Saludamos tu nacimiento con el cual todo el mundo se llenó de gozo y se regocijaron también los espíritus celestiales. Saludamos tu virginal corazón, el cual fue puro y limpio de todo pecado. Saludamos el venerable templo de tu sagrado albergue, en el cual habito nuestro Redentor. Saludamos tu santísima alma, adornada de todos los dones y gracias que Dios te comunico. Saludamos tu santísima vida, en la cual nos diste constante ejemplo de humildad y de todas las virtudes. Saludamos tu glorioso transito a los cielos, porque fuiste elevada sobre todas las criaturas y hecha reina y señora de la creación.

Te saludamos, alabamos y bendecimos, Virgen Clementisima, Reina y Madre de misericordia e imploramos tu auxilio y protección.- Amén.

DÍA PRIMERO

Te saludamos, Virgen purísima y Madre dignísima de Dios. Te saludamos con todos los serafines. Porque tienes más amor a Dios que todos ellos. Te saludamos, Virgen Santísima, espejo purísimo de humildad, que por tus divinas y consumadas virtudes cautivaste el Hijo de Dios y fuiste digna de llevarlo en tu seno. Tú, María, eres la tórtola castísima, cuya voz resonó dulcemente en el trono del Altísimo. Tú eres la paloma hermosísima, cuyo genio agrado sumamente al Espíritu Santo. Te alabamos, madre y señora nuestra y te suplicamos nos alcances que nuestros corazones se abracen en el ardientísimo fuego del amor divino.- Amén.

Se reza tres veces el Ave María, con Gloria y bendita sea tu pureza. Después la jaculatoria, las oraciones que están al final y el Alabado.

DÍA SEGUNDO

Te saludamos, Virgen purísima y Madre dignísima de Dios. Te saludamos con todos los querubines; porque tienes más conocimiento de la Trinidad Beatísima que todos ellos. Te saludamos Virgen gloriosísima, la más esclarecida sobre todas las mujeres, que concebiste al Hijo de Dios, por obra del Espíritu Santo, quedando siempre Virgen, Tú, María, eres la puerta del oriente que vio Ezequiel siempre cerrada, ajena de toda corrupción por lo cual vino al mundo para nuestra redención el Hijo de Dios hecho hombre. Te alabamos, Madre y Señora Nuestra y te suplicamos nos alcances el verdadero conocimiento de Dios, de tus excelsas virtudes y de las miserias humanas.- Amén.

Se reza tres veces el Ave María, con Gloria y bendita sea tu pureza. Después la jaculatoria, las oraciones que están al final y el Alabado.

DÍA TERCERO

Te saludamos, Virgen purísima y madre dignísima de Dios, te saludamos con todos los troncos, por la morada sosegadísima que el Hijo de Dios tuvo en su cena. Te saludamos Virgen excelentísima, tesoro de la vida inmortal, cielo abreviado en que resplandeció el sol de la gloria. Tú María, eres el templo bendito, adornado de la divina gracia y habitación amplísima del que no puede contener los cielos. Tú María, eres el tabernáculo de la divinidad y el paraíso de los ángeles. Te alabamos, Madre y Señora nuestra, pasiones y vencimientos de todas ellas.- Amén.

Se reza tres veces el Ave María, con Gloria y bendita sea tu pureza. Después la jaculatoria, las oraciones que están al final y el Alabado.


DÍA CUARTO

Te saludamos, Virgen purísima y madre dignísima de Dios, te saludamos con todas las dominaciones porque tú eres aquella por cuyo medio le vino al mundo su redención que es Jesús tu precioso hijo. Tú María, eres la Virgen llena de gracias y la hermosa del cielo. Tú eres la estrella que nació de Jacob, cuyo resplandor da claridad al cielo y a la tierra, Tú eres la luz agradable de los santos, luz clarísima que alumbra toda la santa iglesia y de la cual nació el sol de justicia Jesús Salvador de los hombres. Te alabamos, Madre y Señora nuestra y te suplicamos nos alcances que seamos de los que con afecto gocemos de los méritos de la redención.- Amen.

Se reza tres veces el Ave María, con Gloria y bendita sea tu pureza. Después la jaculatoria, las oraciones que están al final y el Alabado.

DÍA QUINTO

Te saludamos, Virgen purísima y madre dignísima de Dios, te saludamos con todos los principados, porque tú eres, en todas las perfecciones más semejantes a Dios  que todas las criaturas. Tú María eres la fuente celestial de donde procede un río caudaloso de infinitas gracias y virtudes. Tú eres el rocío del cielo, que apagas el fuego del averno y recreas las almas de sus siervos, y un pozo de aguas vivas, vaso purísimo, vacío de toda amargura y lleno de toda dulzura y consolación. Te alabamos Madre y Señora nuestra y te suplicamos nos alcances que en nuestras almas no se borre la imagen de Dios.- Amen.

Se reza tres veces el Ave María, con Gloria y bendita sea tu pureza. Después la jaculatoria, las oraciones que están al final y el Alabado.

DÍA SEXTO

Te saludamos, Virgen purísima y madre dignísima de Dios, te saludamos con todas las potestades. Porque tú eres la que tienes más poder que todas las criaturas y a cuyo venerabilísimo nombre tiemblan los poderes infernales. Tú María eres norte del cielo estrellado, vergel de virtudes naturales y divinas y una como restauración de la nobleza del cielo, pues nació de ti el resplandor de sus sillas. Te alabamos, Madre y Señora nuestra y te suplicamos nos defiendas de todos nuestros enemigos.- Amén.

Se reza tres veces el Ave María, con Gloria y bendita sea tu pureza. Después la jaculatoria, las oraciones que están al final y el Alabado.


DÍA SÉPTIMO

Te saludamos, Virgen purísima y madre dignísima de Dios, te saludamos con todas las virtudes, porque tú eres la abogada del mundo, el vaso escogido para recibir la gracia divina y más llena de gracia que todas las más puras criaturas y capaz de recibir en tu seno al Hijo de Dios, tú, María, eres la vara milagrosa de Aarón, que floreció y dio fruto estando seca; y así de ti nació, por milagro del cielo, el Hijo de Dios, fruto de vida. Tú eres la puerta hecha de olivo con que abre la misericordia de Dios. Tú eres el cuello del cuerpo místico de la Iglesia, por  donde nos viene el bien de su cabeza que es Cristo, Señor nuestro. Te alabamos, Madre y Señora nuestra y te suplicamos nos alcances que no haya en nuestras almas cosas que impidan la gracia divina.- Amén.

Se reza tres veces el Ave María, con Gloria y bendita sea tu pureza. Después la jaculatoria, las oraciones que están al final y el Alabado.

DÍA OCTAVO

Te saludamos, Virgen purísima y madre dignísima de Dios, te saludamos con todos los arcángeles, porque tú eres la que siendo hija, Madre y esposa de Dios, eres templo de la Santísima Trinidad, con la cual tuviste más familiaridad que ninguna otra criatura. Tú María, eres la Virgen dulcísima dotada de mil bellezas y sobre todas las mujeres bendita y coronada de todas ellas. Tú eres la reina del cielo que resplandece como la mañana.

Que se levanta hermosa como la luna, escogida como el sol y terrible al enemigo como los ejércitos bien ordenados. Te alabamos, Madre y Señora nuestra y te suplicamos nos concedas que merezcamos y nunca nos apartemos de la misericordia de Dios.- Amén.

Se reza tres veces el Ave María, con Gloria y bendita sea tu pureza. Después la jaculatoria, las oraciones que están al final y el Alabado.

DÍA NOVENO

Te saludamos, Virgen purísima y madre dignísima de Dios, te saludamos con todos los patriarcas y profetas, porque fuiste profetizada y figurada por ellos y se han cumplido todas las profecías que de ti hablan. Tú, María, eres palma hermosísima de justicia, lirio del árbol de la vida, que es tu Santísimo Hijo, Jesucristo Salvador de los hombres que se da sacramentado para unirse con las almas justas. Te alabamos Madre y Señora nuestra y te suplicamos que en nosotros se vean cumplidos todos los deseos que tienes de nuestra salvación.- Amén.

Se reza tres veces el Ave María, con Gloria y bendita sea tu pureza. Después la jaculatoria, las oraciones que están al final y el Alabado.

JACULATORIA

Sea bendita la santa e inmaculada y purísima concepción de la bienaventurada siempre Virgen María, dignísima Madre de Dios, Madre y Señora nuestra.

ORACIÓN

¡Oh, María,mujer bendita entre todas las mujeres!. Tú eres honra del género humano, la salud de nuestro pueblo. Tú tienes un mérito que no tiene límites y una eterna potestad sobre todas las criaturas. Eres la Madre de Dios, la señora del mundo, la reina del cielo. Eres la dispensadora de todas las gracias, el lustre de la Santa Iglesia. Eres el ejemplo de los justos, el consuelo de los santos, la raíz de nuestra salvación. Eres la alegría del paraíso, la puerta del cielo, la gloria de Dios. Venos allí, afanados en publicar tus alabanzas. Te suplicamos, pues oh Madre de bondad, que suplas nuestras flaquezas, que excuses nuestra osadía, que aceptes nuestra esclavitud y que bendigas nuestras fatigas, imprimiendo en el corazón de todos nosotros tu amor, para que después de haber honrado y amado en la tierra a Tu Hijo, podamos alabarle y bendecirle eternamente en el cielo.- Amén.

(Aquí se hace la repetición)

ORACIÓN


¡Oh María, Madre y Señora nuestra! Tú eres el campo lleno, colmada de virtudes y de gracia. Tú te elevaste como aurora brillante y rubicunda; porque vencido el pecado original, naciste resplandeciente con el conocimiento de la verdad y rubicunda con el amor de la virtud; ninguna lesión pudo causarle el enemigo, mil y mil escudos te defiende y las armas todas de los fuertes en ti resplandece toda la virtud y posees tú sola lo que admiramos en cada uno de los santos ¡Oh Señora, mediadora y abogada nuestra, recomiéndanos a tu hijo; has, oh bendita, por la gracia que mereciste que el mismo que por ti medió se dignó hacerse participante de nuestra flaqueza y miseria nos haga también partícipes por tu intercesión de su bienaventuranza y gloria.- Amén.

Por las necesidades de la Santa Iglesia y de Estado, por todas las personas devotas de la Santísima Virgen y particularmente por los peregrinos que visitan su Santuario.

Dios te salve Reina y Madre.
V.- Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R.- Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.- Amén.

ORACIÓN

¡Oh Madre y Señora nuestra de Suyapa! Aquí tienes a tus pies unos miserables pecadores que a ti acuden y en ti confían. ¡Oh, Madre de misericordia! Tú eres nuestro refugio, nuestra esperanza y nuestro auxilio, socórrenos por amor de Jesucristo y sálvanos con tu poderosísima intercesión.- Amén.

ALABADO
Coro

Los ángeles en el cielo
Te alaben con alegría;
Y nosotros en la tierra
digamos: Ave María

Dios te salve luna hermosa
Dios te salve luz del día
Dios te salve clara estrella
Dios te salve María.

Tu dignación dulce Madre
nos conceda la eficacia
de ir a cantar en el cielo
el que eres llena de gracia.

Bajo de tu belleza planta
rabia el común enemigo,
sin que se atreva a mirarte
porque el Señor es contigo.

Ser Madre del mismo Dios
es tu sagrado atributo
por eso bendita tú eres
y también bendito el fruto.

Bendita sea tu pureza
preclara más que la luz,
y bendito fruto hermoso
que es de tu vientre Jesús.

Tu concepción es adorable
no admite mácula impía, y
antes que el mundo existiera
ya tú eras Santa María.

Todo el mundo en general
te proclama en alta voz,
Santísima Esposa e Hija
Virgen y Madre de Dios.

Líbranos Sagrada Reina
de peste, guerra y temblores
y en la hora de la muerte
ruega por los pecadores.

Sed Purísima María
nuestro amparo, norte y luz
has que en la gloria eterna
cantemos todos.
                          Amén Jesús

ALABADO
coro

Salve, Salve, cantaban María
que más pura que tú, solo Dios!
y en el cielo una voz repetía:
mas que tú... Solo Dios, solo Dios!

Con torrentes de luz que te inundan
los arcángeles besan tu pié;
las estrellas tu frente circundan,
y hasta Dios complacido te ve:

pues llamándote pura y sin mancha,
de rodillas los mundos están;
y tu espíritu arroba y ensancha
tanta fe, tanto amor, tanto afán.

Ah! ¡Bendito el Señor que en la tierra,
pura y limpia te pudo formar,
como forma el diamante la sierra
como cuaja las perlas el mar!

Y al mirarte entre el ser y la nada
modelando tu cuerpo exclamó:
desde el vientre será inmaculada
si del suyo nacer debo yo.

Porque tú Madre Virgen y pura,
del que dijo: "Haya luz" y hubo luz
y a tus pechos debió su ternura,
y a tus brazos cayó de la cruz.

Flores, flores... que el templo ya viene!
y en tu trono de luz a sus pies
querubines y arcángeles tiene
más que espigas y granos la mies.

Flores, flores las nubes derraman
de la Virgen sin mancha en honor
y su reina los cielos la llamen
y os hombres su Madre y su amor.

Ella pide virtudes por palmas,
corazones por templo y altar,
para luz de sus ojos las llamas
que pretenden su amor cautivar.

Y en las iras de Dios las esconde
y le grita al sonar la explosión:
"son mis hijos ¡Piedad!" y El responde

"son Sus hijos!... piedad y perdón".

jueves, 13 de noviembre de 2014

Novena al Sagrado Corazón de María




Oración Preparatoria para todos los días:

¡Oh María, digna Madre de Dios y tierna Madre nuestra, que apareciendo en Fátima, nos habéis mostrado nuevamente en vuestro Corazón un asilo y refugio segurísimo, y en vuestro rosario un arma victoriosa contra el enemigo de nuestras almas, dándonos también rica promesa de paz y vida eterna!

Con el corazón contrito y humillado por mis culpas, pero lleno de confianza en vuestras bondades, vengo a ofreceros esta novena de alabanzas y peticiones. Recordando, Señora benignísima, las palabras de Jesús en la cruz, "Ahí tienes a tu Madre", os digo con todo afecto: ¡Madre, aquí tenéis a vuestro hijo!

Recibid mi corazón, y ya que es palabra vuestra "Quien me hallare, hallará la vida", dadme que amándoos con amor filial, halle y goce aquí la vida de la gracia y después la vida de la gloria. Amén.

Día 1º

Reinado del Corazón de María

Dijo la Virgen a los pastorcitos de Fátima: "Jesús quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón". En verdad, ¿puede haber cosa más justa y digna? Oigamos al P. Claret: "¿Habrá quien pregunte por qué veneramos al Corazón de María? ¿Se han meditado bien la excelencia de este Corazón y las perfecciones sobrehumanas y más que angélicas que lo adornan? ¡Oh, con qué alegría contempla el Señor al Corazón de María, al que ninguna mancha desfigura ni afea germen alguno de pasión mala, en el que no existe sobra de defecto que pueda hacerle indigno y cuyas afecciones son todas celestes! O por hablar con más propiedad, ¡con qué satisfacción no se contempla a Sí mismo en aquel espejo fiel en donde se hallan retratados todos los rasgos de su semejanza, borrados en el resto de los hombres!". Y afirma San Bernardino de Siena que "para ensalzar los sentimientos del Corazón Virginal de María no bastan las lenguas de todos los hombres, ni aún las de los ángeles". ¡Tan digno y santo es!

¡Oh alma devota! Dios lo quiere: Dios ha honrado sobremanera al Corazón de María: honra tú también, ama y obsequia cuanto puedas al Corazón amantísimo de tu dulce Madre.



Después de la meditación propia del día pídanse las gracias.
Para alcanzarlas, rezar cinco Avemarías al Corazón de María.

Día 2º

Desagravio al Corazón de María

La Virgen pidió en Fátima a los tres niños ofrecieran sacrificios en reparación de las ofensas que se infieren a su Inmaculado Corazón. Pidió en particular la comunión reparadora de los primeros sábados. Lo que sostiene a este mundo pecador es el espíritu de reparación, que llega a su valor más alto en la misa, donde Jesús encabeza las reparaciones y desagravios de la Iglesia toda a su Eterno Padre.
Se ofende a Dios, y se ofende mucho también a su amadísima Madre, cuyo Corazón gime atravesado con la simbólica espada. "Ese vaso de santidad -exclama San Buenaventura- ¿cómo se ha trocado en mar de penalidades?" La Virgen Madre puede responder: "Hijos he criado y exaltado, mas ellos me despreciaron".

¡Penitencia! nos dice María en Fátima como en Lourdes. Sí: Fátima es un pregón de penitencia para esta época en que se niega la gravedad del pecado, se glorifica el sensualismo y se concretan las aspiraciones a gozar de esta vida. No volver a pecar: esto es lo primero en el verdadero penitente. Y luego, mortificarse y sufrir algo por Dios. Oigamos, pues, el clamor de María: ofrezcamos oraciones, buenas obras y sacrificios en desagravio a su afligido Corazón.


Día 3º

El Corazón de María, iris de paz

El mundo desconoce a Dios; es un impío; y está escrito: "No hay paz para los impíos". Habrá en él mucha inteligencia, mucho brazo, mucha máquina; pero falta corazón. Y por eso falta amor, concordia, paz.

En Fátima aparece y brilla como nunca un Corazón, un Corazón de Madre, capaz de unir los corazones todos y llevarlos a Dios. "En ese Corazón -dice Ricardo de San Lorenzo- la justicia y la paz se besaron", porque como explica San Bernardo, "maría recibió del mismo Corazón del Eterno Padre en su propio Corazón, al Verbo", que es nuestra paz y reconciliación.

¿Acaso no es oficio propio de la madre aplacar al Padre con los hijos y pacificar a éstos entre sí? Sala de esos armisticios es el corazón de toda madre. El de María es arca noética de donde sale siempre la paloma mensajera de paz, cuyos ramitos de olivo caen y germinan en las tierras ensangrentadas por el odio.

"Abre, pues, oh María -le suplica San Bernardo- la puerta del Corazón a los llorosos hijos de Adán". Ante ese "áureo altar de paz" vengan todos a depositar su ofrenda, reconciliados ya con sus hermanos. Roguemos a la Reina de la paz la dé a los pueblos y familias; pero más, mucho más a los pecadores que están alejados de Dios y tiranizados por el demonio.

Día 4º

El Corazón de María y los pecadores

No una, sino varias veces exhortó la Virgen a los niños de Fátima a orar y sufrir por la conversión de los pecadores, y pidió expresamente el culto a su Corazón como medio de conversiones.

Dicen muchos: "Pequé, y ¿qué de malo me ha sucedido?". No hablarían así, a poca fe y reflexión que tuvieran. Verían que el pecado mortal mata al alma, roba la paz y todos los méritos, enemista con Dios y esclaviza bajo el poder de Satanás. El que muere en pecado mortal se condena para siempre. ¡Qué espantosa desgracia!

Un avemaría diaria rezan los archicofrades del Corazón de María por los pecadores. Y María les inspira arrepentimiento, confesión, enmienda, y así les torna la vida, antes insoportable, dulce y feliz. "¡Cuánto no debemos al tesoro de consuelos que encierra el Corazón Inmaculado de María!" exclamaba el P. Faber, convertido por ese Corazón de Madre.

"¡Oh María! -le decía San Alfonso María de Ligorio- si vuestro Corazón llega a tener compasión de mí, no podrá dejar de protegerme".

El Papa en nombre de toda la humanidad pecadora, ora de este modo: "Estamos seguros de obtener misericordia y de recibir gracias, no por nuestros méritos, de los que no presumimos, sino únicamente por la inmensa bondad de vuestro materno Corazón".
Acude tú también a este Trono de misericordia; y pídele la conversión de los pecadores empedernidos.

Día 5º

La Gran Promesa del Corazón de María

Esta promesa será sin duda lo que más perpetúe el nombre de Fátima a través de los siglos y traiga más frutos de salvación. "Prometo -dijo la Virgen- asistir en la hora de muerte con las gracias necesarias para la salvación a los que en cinco primeros sábados de mes seguidos comulguen y recen el rosario meditado".

Ante este alarde de misericordia del Corazón de María, el mundo se ha conmovido. El mismo soberano Pontífice pone al principio de la misa del Corazón de María aquella invitación: "Vayamos con confianza a ese Trono de gracia". Y cada uno de los fieles ganoso de asegurar lo que más importa, el porvenir eterno, tiene cuenta con sus cinco primeros sábados, evita el interrumpirlos, se alegra de coronarlos y se complace en repetirlos.

Es interesante el dato evangélico: Jesús otorgaba sus favores y prodigios preferentemente en sábado. E interrogaba a sus detractores: ¿Es lícito curar en sábado? Su Madre divina parece responder: los sábados son los días de mi predilección a favor de mis devotos en la tierra y en el purgatorio.

¡Oh alma! reza el rosario y comulga en dichos días, con gratitud, con fervor, en espíritu de reparación, y no lo dudes: albergada en ese Corazón, que es, según San Buenaventura, "deliciosísimo paraíso de Dios", pasarás al paraíso eterno.

Día 6º

El Corazón de María y el Rosario

Como en Lourdes, María pide en Fátima el rezo del rosario, y pide lo recemos diariamente, por la paz y por los pecadores, es decir: "por la paz de las armas y por la paz de las almas", según frase del Papa.

¿Necesitaremos más invitaciones para darnos a esta dulcísima y salvadora devoción? Dulcísima, pues como dice San Anselmo de Luca, "debería rebosar célica dulzura nuestra boca al saludar a tan benigna Señora y bendecir el fruto de su vientre, Jesús". Salvadora, pues dice Montfort: "No sé el cómo ni el porqué, pero es una verdad, que para conocer si una persona es de Dios, basta examinar si gusta de rezar el avemaría y el rosario".

Dijo la Virgen al P. Claret: "Quiero que seas el Domingo de Guzmán de estos tiempos". Y él propagó el rosario con celo indecible, transformando los hogares.

Al B. P. Hoyos le declaró la misma Señora: "Hasta ahora ninguno se ha condenado, ni se condenará en adelante  que haya sido verdadero devoto de mi rosario".

"¡Reina del Smo. Rosario!": así empieza el Papa la Consagración al Corazón de María, para indicarnos su aprecio al rosario. Alma fiel: el rosario sea para ti un tesoro: rézalo en familia o en particular todos los días de tu vida.


Día 7º

El Corazón de María y la meditación

La Virgen de Fátima prometió el cielo a los que n cinco primeros sábados comulguen y recen el rosario meditando sus misterios.

En la historia del cristianismo, que cuenta 20 siglos, es la primera vez que la Virgen invita al mundo a la práctica de la meditación u oración mental. Sabe muy bien que la irreflexión es la característica de nuestra época, llena de desolación, porque no hay quien medite de corazón.

¿Y quién podrá invitarnos mejor a la meditación que María, que en su Corazón -testigo el Evangelio- guardaba, meditaba y analizaba todas las palabras y acciones de Jesús niño, de Jesús adolescente, de Jesús hombre, y así se santificaba de día en día?

Para Ella sí que las palabras de Jesús eran palabras de vida eterna; y pues el hombre vive de toda palabra que procede de la boca de Dios, de ellas se alimentaba la Virgen como de una verdadera Eucaristía. Si San Juan Eudes llama al Corazón de María "Libro de la Vida", es porque en las páginas delicadas de su Corazón la Virgen imprimía y releía todo lo que decía y hacía Jesús durante aquellos 30 años, para ser después el archivo divino de la Iglesia naciente.

"Ea, pues, -dice San Juan Crisóstomo- lo que María meditaba en su Corazón, meditémoslo en el nuestro". En los misterios del rosario está la vida de Jesús y de María: quien los medite bien, no pecará jamás.


Día 8º

El Corazón de María y el Papa

En sus apariciones de Fátima la Virgen menciona varias veces con amor al Santo Padre y pide se ore mucho por él. El Papa es, entre todos los mortales, el primer hijo del Corazón de María, por ser el "Jesús visible", o como decía Santa Catalina de Siena, "el dulce Cristo en la tierra".

El Papa es nuestro Padre. ¡Oh si le tuviéramos aquel amor filial que le profesaba San Juan Bosco, quien por ser fiel a su consigna "con el Papa hasta la muerte", tanto sufrió de los enemigos de la Iglesia, y el P. Claret, que en pleno Concilio Vaticano manifestó que ansiaba derramar toda su sangre en defensa de la infalibilidad pontificia!

Es nuestro Padre amantísimo: hemos de profesarle amor, respeto y obediencia; no consentir jamás se le ataque y persiga; rogar para que el Corazón de María lo ilumine y guarde de todo peligro, lo haga feliz en la tierra y lo corone de gloria en el cielo.


Día 9º

Consagración al Corazón de María

El Papa Pío XII, en el 25 aniversario de las apariciones de Fátima, consagró el mundo al Inmaculado Corazón de María, secundando de lleno la petición de la aparecida Señora. Y a tono con él, innumerables Prelados le han consagrado sus diócesis, provincias y naciones.
Apareció el foco de la benignidad de la Salvadora del mundo y éste lo ha saludado con transportes de júbilo. De ese foco de amor maternal no habrá ya quien se esconda.

"Os tengo en mi Corazón", puede decirnos María, mejor que San Pablo a los filipenses. En esa arca de salvación nos ha refugiado a todos el Papa, por salvarnos del diluvio de males y vicios. ¿Cuándo? Cuando dijo solemnemente: "A vuestro Corazón Inmaculado nos confiamos y nos consagramos, no sólo en unión con la Santa Iglesia... sino también con todo el mundo".

Ahora nos toca a nosotros, a cada uno de nosotros repetir la consagración y vivir de acuerdo con ella llevando una conducta digna de hijos del Corazón de María, una vida de pureza, de oración, de mansedumbre, de caridad, de paciencia, de mortificación, virtudes que nos harán semejantes a nuestra Madre y fieles discípulos de Jesús, nuestro adorable Redentor, y nos otorgarán derecho a la eterna bienaventuranza.


ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS

¡Oh Corazón de María, el más amable y compasivo de los corazones después del de Jesús, Trono de las misericordias divinas en favor de los miserables pecadores! Yo, reconociéndome sumamente necesitado, acudo a Vos en quien el Señor ha puesto el tesoro de sus bondades con plenísima seguridad de ser por Vos socorrido. Vos sois mi refugio, mi amparo, mi esperanza; por esto os digo y os diré en todos mis apuros y peligros:

¡Oh dulce Corazón de María, sed la salvación mía!
Cuando la enfermedad me aflija, o me oprima la tristeza, o la espina de la tribulación llague mi alma,

¡Oh dulce Corazón de María, sed la salvación mía!
Cuando el mundo, el demonio y mis propias pasiones, coaligados para mi eterna perdición, me persigan con sus tentaciones y quieran hacerme perder el tesoro de la divina gracia,

¡Oh dulce Corazón de María, sed la salvación mía!

En la hora de mi muerte, en aquel momento espantoso del que depende mi eternidad, cuando se aumenten las angustias de mi alma y los ataques de mis enemigos,

¡Oh dulce Corazón de María, sed la salvación mía!

Y cuando mi alma pecadora se presente ante el tribunal de Jesucristo para rendirle cuenta 
de toda su vida, venid Vos a defenderla y ampararla, y entonces, ahora y siempre,

¡Oh dulce Corazón de María, sed la salvación mía!

Estas gracias espero alcanzar de Vos, ¡oh Corazón amantísimo de mi Madre!, a fin de que pueda veros y gozar de Dios en vuestra compañía por toda la eternidad en el cielo. Amén.